Sueños, despierto
De tu caminar profundo,
limpio y sereno,
a pesar de tus sueños,
de conseguir anhelos.
Ahí como un duende,
visitando mis aposentos,
acariciando y velando,
mis sueños, despiertos.
Tu alma aposentándose,
en cada centímetro de mis huesos,
como una paloma mensajera,
trayendo felicidad a mi cuerpo.
Te acercaste suavemente,
Abrazándome y arropándome.
Tus susurros me hablaron,
Y me enredé en tus besos.
Derechos reservados: Manuel Núñez Amador
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