A tu puerto llegué
A tu puerto llegué una tarde,
escondido como polizonte,
nadando en la niebla,
para no ser deportado.
Con la fe de alcanzar la orilla,
una orilla donde me esperaban,
las ilusiones y las esperanzas.
Agotado llegué,
la orilla estaba solitaria,
el olor a la pesca,
resucitó mi ansiedad.
Una ansiedad por pisar,
por caminar por la tierra,
y sentirme hombre en ella.
Como una sirena de caracol,
Ella se acercó para recibirme
Un abrazo desde su alma nació,
Y nuestras bocas se unieron.
Y cogidos de las manos,
Paseamos con una sonrisa,
Que dibujaba nuestros labios,
De felicidad y ternura
Manuel Núñez Amador
A tu puerto llegué una tarde,
escondido como polizonte,
nadando en la niebla,
para no ser deportado.
Con la fe de alcanzar la orilla,
una orilla donde me esperaban,
las ilusiones y las esperanzas.
Agotado llegué,
la orilla estaba solitaria,
el olor a la pesca,
resucitó mi ansiedad.
Una ansiedad por pisar,
por caminar por la tierra,
y sentirme hombre en ella.
Como una sirena de caracol,
Ella se acercó para recibirme
Un abrazo desde su alma nació,
Y nuestras bocas se unieron.
Y cogidos de las manos,
Paseamos con una sonrisa,
Que dibujaba nuestros labios,
De felicidad y ternura
Manuel Núñez Amador
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