Amiga,
Te doy mi canción,
Que tu sed,
Se alivie con mi voz.
Amiga,
No sufras por mi dolor,
Quiero que bebas,
De mi alegría.
Mis manos, míralas,
No están vacías,
Son blancas,
Como la espuma del agua.
Vivo pensando,
Constantemente,
Cómo llegar,
A los corazones.
Deseo,
Más que cientos de palabras,
¡Un ay!
Al comprender tu mirada.
Amiga,
Sé que a veces la distancia,
Nos duele,
Pero en el fondo nos calma.
Al saber,
Que en ella tú estarás,
Como yo,
Pensando en el mañana.
Mañana,
Donde tal vez nuestros cuerpos,
Se abracen,
Por encontrarnos otra vez.
Manuel Núñez Amador
2 comentarios:
Que lindo poema Amador, muy dulce y sentido!!!!
Amigo querido, aún guardo el poema. Gracias. Dios te bendiga donde quiera que estés.Es precioso y la imagen, ni sé diga.
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